jueves, 2 de octubre de 2008

CEREMONIA TRIQUI DE PURIFICACIÓN DEL MAÍZ: USANZA APUNTO DE SUCUMBIR

Cerro de la Minas. Huajuapan León, Oax.

COSMOVISIÓN TRIQUI
La cultura Triqui, es un arrecife enclavado en el vasto territorio de la región de la mixteca oaxaqueña. La agricultura es una de las actividades importantes para la subsistencia de esta comunidad indígena, actividad que se acompaña de una serie de rituales religiosos que dependen de los ciclos agrícolas, así como de la diversidad de las semillas que se cultivan.

Los triquis, al igual que el resto de la población mexicana, es una nación conquistada, y es el catolicismo el resultado de lo que es hoy esa población: un pueblo multicultural. Su sentido místico religioso posee símbolos comunes entre la diversidad de los dioses mesoamericanos y los santos y vírgenes del catolicismo que se mezclaron y adaptaron perfectamente en una visión y practica sincrética de lo religioso. Hoy esa práctica no se altera de manera radical, ya que la cosmogonía prehispánica de ese pueblo subsiste.

Cada año, mientras dura el ciclo de siembra y cosecha del maíz, los rituales y celebraciones a ésta semilla representa un elemento simbólico dominante para esté pueblo indígena. Las fiestas, los rituales y las celebraciones que aún hoy se llevan a cabo están llenas de colorido y de un espíritu panteísta y católico. 

En los rituales de la cosecha se honra a la semilla maíz y a las mazorcas que son concebidos como una dualidad masculino-femenina. El maíz, para lo triquis, es el centro de muchas representaciones simbólicas. Asimismo las actividades agrícolas explican la relación íntima entre el hombre y el mundo natural. Este vínculo se traduce en símbolos y ritos de fertilidad, que señalan las etapas del ciclo agrícola.

EL RITUAL
En la cultura triqui existen una serie de ceremonias vinculadas con la producción de maíz. Se celebra al inicio de la siembra y cuando llega el momento de la cosecha. 
a) La siembra. 

El objetivo del ritual es que los “Señores de Abajo”, los “Señores de la Tierra”, den permiso primero para sembrar el maíz en los campos o surcos, y luego para recoger la cosecha obtenida. El permiso garantiza que no habrá contratiempos durante la labranza y que se logrará una cosecha abundante.

El ritual lo organiza un “sacerdote indígena”, que es el representante espiritual de la comunidad. La ceremonia de siembra se celebra en los meses de abril y mayo, donde el sacerdote indígena invita a la gente de la comunidad a participar, también convoca a sus hermanos, parientes, compadres y amigos para que, entre todos, muestren sus respetos a la madre tierra. 
Cada pariente puede participar en tequio, ya sea pagando a los músicos, llevando bebidas y alimentos que se ofrecerán tanto a los dioses como a los participantes de la ceremonia, o con flores, velas, copal, semillas de maíz, etc. 

Los preparativos consisten en acondicionar y limpiar la parcela para la siembra por los miembros de la comunidad. Luego, todos los miembros de la comunidad salen en procesión, incluidos los músicos y llevando ofrendas hacia la parcela de cultivo. En una parte de los surcos de la parcela, o en algún sitio arqueológico, se monta un altar provisional donde se realizan rezos y se agradece a los dioses del sol, el viento, la tierra y al agua, como a los cuatro puntos cardinales, el que se dé una buena cosecha. Mientras tanto, algunos de los invitados siembran maíz. Simultáneamente el sacerdote indígena bendice los instrumentos de labranza y después, todos los presentes agradecen. Al terminar, todos comen y beben juntos. 

b) La cosecha
La ceremonia de la cosecha se celebra entre los meses de septiembre y octubre, y completa el ciclo iniciado por la ceremonia del Maíz. La ceremonia empieza frente a un altar en presencia de sacerdote indígena, músicos e invitados, en terrenos de la siembra o también en sitios arqueológicos de sus antiguas poblaciones. 

Después de los primeros rezos, se agradece a los dioses del cielo el haberles otorgado una buena cosecha limpia de todo mal. Se realizan rezos a la “Madre Tierra” para agradecer la cosecha obtenida y se les agradece también a los asistentes por su ayuda. Luego, cortan las primeras mazorcas. Unas las acomodan en círculo alrededor del altar y con las demás, hacen un atado de mazorcas ofreciéndolas a su dioses como si se tratara de un sacrifico. 

Para los triquis, existe una conexión sagrada con la tierra y los seres que en ella habitan, por ello cuando se cortan el cabello o desechan alguna prenda de vestir, deben enterrarlo y regresarlo a la tierra adonde algún día volverán. 
Cuando se corta algún árbol, el “sacerdote indígena” tiene que autorizarlo y además debe hacer una ceremonia religiosa. Del mismo modo, cuando se corta alguna mazorca o milpa, después de pedir permiso a sus Dioses, se hace una especie de oración a la tierra a quien se le dice algo como: “madre tierra permíteme recoger tus frutos, pues necesito alimentarme, tú sabes que después yo te pagaré con mi vida”.
Después miembros de la comunidad e invitados preparan una cruz de mazorcas fuera del altar, enseguida se hace una purificación con incienso e hierbas a las mazorcas y semillas de maíz obtenidos de la cosecha. Por último, el sacerdote indígena despide a los participantes y les agradece su compañía y ayuda. Al terminar, los granos y mazorcas de la cosecha se almacena en tapancos de las casas de los miembros de la comunidad, donde se almacenará para consumirse durante todo el año.

TRADICIÓN A PUNTO DE DESAPARECER 
Finalmente, consideramos que la cosmovisión de las nuevas generaciones de Triquis ha ido perdiendo el valor y el carácter de lo sagrado, que se consagra en la naturaleza, y hoy se está incorporando la no valoración de los animales que existían sus territorios. Antes para los Triquis todos los seres tenían alma, las plantas, los animales, una piedra, etc.

Y como recuerda Severo Marín Sánchez, sacerdote triqui de la comunidad de San Juan Copala, que en un pasaje de su infancia su abuela tenía el “Don” de platicar con los animales a quienes cuidaba y estos en correspondencia la protegían de los males del bosque. 

Recuerda también que en cierta ocasión de pequeño, sin querer, mato a un perrito casi recién nacido, entonces, el cuero del animal lo llevo con su abuela, quien realizó una breve ceremonia para “reparar el daño” cometido, regresando su espíritu a la Madre Tierra y a los dioses. Hoy las nuevas generaciones ven a los “seres” como objetos y se creen dueños de su “ser” que pueden disponer de sus vidas como si les perteneciera, señala el sacerdote triqui. 

Asociación de Periodistas Independientes de la Mixteca A.C. APIM.
Entrevistas: Francisco López Martínez.
Textos:        Ricardo García Jiménez.
Fotografía:   Jorge Vázquez Sánchez.

martes, 12 de agosto de 2008

ECOCIDIO EN PLAYAS DE LA ANTIGUA

Playa de Antigua Veracruz.

La Antigua Veracruz, Ver., Mex. (Agosto 2008). Autoridades, cooperativas turísticas y ciudadanos de este municipio veracruzano denunciaron a APIM que las playas del lugar se encuentran en grave riesgo por los elevados indices de contaminación, por el depósito de botellas y bolsas de plástico, que cada año el río Hitzilapan arrastra en su desembocadura al mar.

En una recién visita efectuada a este paraíso veracruzano, miembros de la Asociación de Periodistas Independientes de la Mixteca (APIM) fuimos testigos del alto grado de contaminación que presentan las playas de este bello lugar por botellas de plástico de refrescos, aceites comestibles e industriales, bolsas de plástico y latas de aluminio. 

Lancheros del lugar indicaron que cada año en épocas de lluvias y cuando la crecida del río La Antigua llega a sus niveles más altos, el río en su cauce natural arrastra bolsas de plásticos que contiene basura diversa depositándolas en las playas de este municipio.

Advirtieron que la contaminación se origina “en municipios arriba que se encuentran junto al río Hitzilapan, ya que residentes de estos lugares arrojan su basura al río. Y que muchas de las veces se quedan atoradas en las orillas y en la maleza existente en las riveras del río. Pero cuando la temporada de lluvias llega, cada año el rio arrastra toneladas de botellas de plástico que son depositas en la desembocadura del rio en el mar”.

La Antigua Veracruz pose, una superficie de 106.93 Km.2. El Municipio se encuentra ubicado en la llanura costera del Golfo de México en su parte Sur. Es regado por el río La Antigua o Hitzilapan, que recoge las aguas de los ríos Atliyac o Paso de Ovejas y el San Juan. 

Los ecosistemas existentes en el municipio son de dos tipos: selva mediana subcaducifolia y selva baja caducifolia que se caracterizan por estar integradas por especies arbóreas de 15 a 30 metros de altura de fuste cresto con especies como chaca, cedro, Ceiba, higueras, guaje, chijol y tepame. Su fauna la integran poblaciones de conejos, zorros, coyotes, armadillos y mapaches; reptiles como víboras de cascabel, sabaneras y aves como calandrias, palomas moras, cotorros y torcacitas. 

Entre las riquezas con que cuenta el municipio están 14 kilómetros de litoral en el Golfo de México y el yacimiento petrolero Playa Oriente. 

SU RIQUEZA HISTÓRICA
La importancia histórica de este municipio estriba en que, en ese lugar existió un pueblo prehispánico denominado “Huitzilapa. Aquí estuvo asentada la ciudad de Veracruz durante la mayor parte del siglo XVI, antes de establecerse de manera definitiva en su actual ubicación; de ahí que por mucho tiempo se conociera a este sitio como "Veracruz Vieja" y más tarde como La Antigua. Como se sabe, ante lo inhóspito de los candentes arenales fronteras a San Juan de Ulúa y frente a los nortes que despiadadamente azotaban a las embarcaciones, Hernán Cortés y su gente se dieron a la búsqueda de un sitio abrigado donde fundar un puerto para comunicarse con ultramar. Creyeron encontrarlo en la Villa Rica, en mayo de 1519, pero sólo se detuvieron ahí temporalmente; finalmente se trasladaron en 1525 a las orillas del río Huitzilapan, hoy de La Antigua. Ahí edificaron una pequeña población que, hacia 1574, un geógrafo de las Indias, Juan López de Velasco, describiría como un “pueblo de 200 vecinos españoles y con más de 600 esclavos africanos para el trabajo de descarga”. Contaba entonces con caja real, iglesia parroquias, dos monasterios, además de un hospital de la Caridad.

A través de La Antigua, que recibía la mercancía de los barcos que atracaban en San Juan de Ulúa, se realizó todo el tráfico mercantil entre la Nueva España y la península ibérica durante casi 75 años. Sin embargo, al concluir el siglo XVI, la población perdería su importancia al trasladarse Veracruz al sitio donde originalmente Cortés fundó el primer ayuntamiento frente al islote de San Juan de Ulúa, al lugar casi abandonado se le llamo, a partir de entonces, La Antigua, para diferenciarlo de la Nueva Veracruz. En ese mismo año, se estableció en La Antigua la alcaldía mayor de la iglesia católica. 

EL ECOCIDIO ACTUAL
Hoy sus habitantes señalan que toda esta riqueza natural e histórica se encuentra en grave riesgo por los altos grados de contaminación del río La Antigua, debido por el derrame de aceites, ácidos y basura diversa que poblados rio arriba arrojan al cauce del río. Señalan que cada año la comunidad se organiza y recogen cerca de 10 toneladas de botellas de plástico de diverso tipo, agregando también la existencia de contaminantes que son depositados en los cerca de 8 kilómetros de playa, señalan que han encontrado en algunos charcos cercanos a la playa la combinación de agua de mar y rio mezclado con aceites de motores y comestibles, donde a veces los niños nadan. 
Lancheros del lugar indican que ellos realizan en épocas vacacionales la limpieza de las playas, que consiste en el barrido del mar con redes, donde por lo general se recolectan 20 a 30 toneladas de basura inorgánica. Es importante señalar que la contaminación de este importante destino turístico, ha derivado también en la descarga de aguas negras, que ha puesto en riesgo de contagio a los visitantes de este lugar y que van desde irritaciones de piel hasta males gastrointestinales.

Hoteleros del lugar señalan que en las playas de La Antigua Veracruz se han presentado un número elevado de muestras de agua mar y del rio, con niveles de bacterias fecales, no recomendables para nadar ya que existe el riesgo sanitario. Y solo los más aventurados o aquellos que desconocen la calidad de agua se atreven a nadar en estas playas.

Finalmente, autoridades, prestadores de servicios turísticos y habitantes del lugar hacen un llamado enérgico al gobierno del Estado de Veracruz y a los diferentes presidencias municipales que se ubican río arriba del Río de la Antigua para que tomen las medidas pertinentes para sancionar a las personas que arrojen desechos y basura al cauce del río, y en su caso puedan ayudar a limpiar las playas. 


Asociación de Periodistas Independientes de la Mixteca A.C.
Textos e investigación: Ricardo García Jiménez
Fotografía: Jorge Vázquez Sánchez

viernes, 4 de julio de 2008

Yucudaa. Cerro de la flor

Fotografía: Zona arqueológica "Pueblo Viejo".

San Pedro y San Pablo Teposcolula.- El nombre original de esta población ubicada en la mixteca oaxaqueña alta es Teposcololan, que significa "Junto a la Torcedura del Cobre" su acepción proviene de las voces Tepoztli - cobre, colotl- torcedura y a la variante Tla - junto o entre. 

Teposcolula se localiza en la parte noroeste del estado, en las coordenadas 97° 29´ longitud oeste, 17° 31´ latitud norte y a una altura de 2,180 metros sobre el nivel del mar. La población se encuentra asentada en un valle en la parte noreste del estado de Oaxaca. Su distancia a la capital del estado es de aproximadamente 142 kilómetros. 
Al sureste y norte de la población se encuentra una extensa cordillera de cerros que delinean un verde valle que ubican a la población en un lugar privilegiado, los cerros que destacan son el Cerro Peñasco, Cerro Verde, Cerro de Tandáa. 

En la geografía del lugar se halla un sistema de ríos y arroyos que posibilitan la existencia de flora y fauna muy diversa. Sobre sale el río Teposcolula que rodea a la población de noroeste a sureste, su caudal proviene de la región de San Juan Teposcolula, y se conecta con las aguas de los ríos negro y grande que bajan del lado de San Vicente Nuñu.

Su abundante vegetación, su frio y húmedo clima (casi seis meses al año), la existencia de arroyos y la cordillera de altas montañas hacen de esta población mixteca un lugar belleza inigualable. Debido al valor histórico, económico y político que posee esta población, Teposcolula cuenta con diversos sitios que son testigos de su grandeza, pero muy recientemente uno de estos lugares comenzó a destacar por su importancia histórica, ya que contiene los restos de uno de los más importantes cacicazgos mixtecos del periodo Posclásico, y nos referimos a Yucundaa. 

CERRO DE LA FLOR
El sitio arqueológico, Yucundaa o Cerro de la flor, posee los restos de uno de los más importantes cacicazgos de la cultura mixteca, comprendida dentro del periodo Posclásico. El complejo de construcciones se localiza 2 km al sureste de San Pedro y San Pablo Teposcolula, sobre una montaña que se eleva 220 m sobre el fértil y verde valle de la población. Cuentan los más antiguos de estas tierras que: “un grupo de los ‘primeros mixtecos’ salieron de Santiago Apoala y se ubicaron en Achiutla y Tilantongo, En determinado momento los emigrantes se dividieron en dos grupos, uno de los cuales se dirigió al frente de batalla en Monte Albán, y la otra mitad camino sin rumbo fijo hasta llegar al cerro denominado La Cueva de Cazahuate, desconociéndose la fecha”. Los ancianos del lugar nos comentan que “este grupo de mixtecos se trasladaron al cerro de los Tres Arbolitos en el año 800 d.c. donde se le llamó Yucundaco, de ahí se trasladaron al Cerro del Fortín en el año 900 dándole el nombre de Totandaco, en el año 950 se trasladaron al cerro del Pueblo Viejo llamándole Yucundaa. Aquellos mixtecos residieron en ese lugar cerca de 570 años.” La historia señala que hacia 1520 y con la llegada de los españoles se fundó el pueblo San Pedro y San Pablo Teposcolula en un valle de fértiles tierras, lugar donde actual se ubica esta población. 

Hay que destacar que el auge de la cultura mixteca, en general, tuvo lugar entre los años 950 y 1520 d.c. y su declinación abarca el periodo conocido como Colonial Temprano hacia el periodo 1522 a 1600. Hay que señalar que durante ese periodo de tiempo, posclásico, los ñu dzahui tuvieron los más grandes logros de su civilización.

Según Ronald Spores (etnohistoriador, arqueólogo y director del proyecto arqueológico Yucundaa o Pueblo Viejo), los elementos más importantes que destacan de la cultura mixteca son: la organización política; el sistema de estratificación en tres grandes clases sociales: reyes (yya tnuhu o yya toniñe), nobles (tay toho) y gente común (tay ñuu o tay yucu, incluidos los terrazgueros o tay situndayu); la escritura plasmada en manuscritos, objetos, monumentos, así como elementos arquitectónicos grabados o pintados; la ciencia astronómica y los calendarios; una religión avanzada que pone de relieve creencias, ofrendas y sacrificios, así como otros rituales enfocados a la fertilidad y las fuerzas de la naturaleza, la veneración de los ancestros y la permanencia del universo; un arte delicado plasmado en pintura, alhajas, piedra, madera, cerámica y concha en miniatura; una notable tecnología agrícola, que incluye la ampliación y uso del gran sistema de terrazas coo-yuu; un patrón económico de mercados regionales y, por último, el comercio a larga distancia. Es así que como resultado de la importancia histórica de esta cultura, se comenzó la exploración arqueológica del sitio de “Pueblo Viejo” a partir del año 2004, pero por diversos motivos los trabajos tuvieron constantes interrupciones en las etapas de excavación, recuperación, clasificación, traslado, preservado de las piezas y construcciones halladas en el lugar. 

PUNTOS DE INTERÉS DE YUCUNDAA
Debemos aclarar que los patrones de asentamiento urbano en toda la región mixteca alta, concerniente al periodo posclásico, presentaban grandes similitudes en sus componentes arquitectónicos y distribución de sus edificios, entre los que destacan: a) un centro capital o cabecera donde residía el cacique que representaba la centralización del poder político, económico y social; b) uno o varios pueblos o aldeas alrededor de la cabecera, a estas zonas se le conocía con los nombres de “Estancias”, “Sujetos” y eran los lugares donde se asentaban la clase noble, gente común y terrazgueros; c) uno o más lugares de actividad ceremonial donde practicaban sus ritos y adoraciones a sus dioses, ubicados cerca muy cerca del centro o cabecera, y; d) terrenos agrícolas y de recolección. Esta distribución de los complejos habitacionales se organizaba en forma de círculos concéntricos. Es así que bajo el esquema de distribución de los edificios y centros urbanos mixtecos descrito líneas arriba, los investigadores del INAH indican que Yucundaa tuvo su auge hacia fines del periodo posclásico (950-1522 d.c.), ocupó un área extendida máxima de 270 hectáreas con un núcleo central de 170 ha. 

El área central o cabecera se encuentra en la parte superior del cerro. En este lugar y metros más abajo se encuentra la Gran Plaza, que junto al recinto cívico-ceremonial localizado en la cumbre de Yucundaa, albergaban un complejo residencial, probablemente de la clase gobernante, yya tnuhu. 

En un lomerío cercano a la Gran Plaza, se encuentran restos de lo que investigadores y trabajadores del INAH han identificado como la “antigua iglesia”. Comentan que a la llegada de los españoles, se construyo la primera iglesia sobre la plataforma de lo que se supone era el centro de adoración de Yucundaa. Es común encontrar en varios complejos urbanos de la cultura prehispánica mixteca, la edificación de iglesias cristianas sobre lo que fueran centros ceremoniales, este sobreseimiento representaba una forma simbólica de erradicar a sus antiguos dioses parte de imponer la religión cristiana. En esta parte del complejo urbano, escasamente se puede observar los restos del piso de la Iglesia Vieja y el convento dominico, complejo construido hacia 1530 y 1550. 

Más abajo, y en las laderas del cerro existen terrazas que albergan unidades habitacionales y pequeños campos de cultivo junto a las que fueran viviendas. Según personal del INAH, es un área residencial de alto estatus, probablemente de los nobles, tay toho, en una plataforma elevada que se extiende unos 200 m norte-sur y mide 20 metros este-oeste. Ahí mismo se ubican terrazas residenciales de la clase común, tay ñuu, tay yuca o tay situndayu, en las laderas orientales del sitio. También existe un complejo residencial de la elite, asociado a un área cívico-ceremonial al oeste. 

Otra de las construcciones importantes es el denominado campo del Juego de Pelota. Este se ubica en la parte inferior del cerro, primera explanada, el cual cuenta con una extensión de 40 por 20 metros en forma de I (i latina). Las excavaciones en la zona permitieron hallar cerámica y algunos figurillas. Actualmente solo ha sido rescatada una parte de este complejo deportivo-religioso. 

Otro hallazgo de importancia es el llamado ofrenda 1-15 funerario, dedicado a una mujer de alto rango sepultada en los límites de la Gran Plaza, pero que en la época colonial se había convertido en el atrio de la Iglesia Vieja. Hay que destacar que a la mujer se le dio un tratamiento funerario prehispánico, aunque fue sepultada en tiempos de la colonia. En algunas terrazas del lugar se han localizado entierros humanos colectivos y simultáneos, lo que sugiere que en una época de esta ciudad, existió una epidemia o el ataque de otros pueblos a Yucundaa. 

En las diferentes etapas de las excavaciones se han hallado cuencas, caritas, miniaturas, broches, huesos y vasijas policromadas que pertenecen a la tradición de la cerámica policromada de la mixteca, con un estilo muy local. 

Hay que destacar que diferentes estilos de mosaicos característicos de la mixteca, adornar los muros de los edificios que tuvieron diseños geométricos y de tejido de petate y que hacen de las edificaciones bellas piezas de la arquitectura mixteca. 

SU IMPORTANCIA 
En términos muy generales la base económica de esta población fue el tributo y el comercio. Los principales cultivos que los ayudaron a sobrevivir fueron el maíz y otros cultivos temporales de tierras altas. 

Yucundaa subsistió a diversas adversidades hasta ya entrada la época colonial, cuyas evidencias demuestran que formó parte de una elite de pueblos que ejercían un poder político, económico y religioso sobre las poblaciones existentes en la región, formando verdaderos feudos o cacicazgos en aquella parte de la mixteca alta. 

Con el trascurrir del tiempo Yucundaa resistió a la evangelización de la orden dominica hasta cerca de etapa media de la colonia, ya que posteriormente fue diezmada, conquistada y convertida al catolicismo. Para que finalmente se refundara nuevamente la población en lo que hoy es la ciudad de San Pedro y San Pablo Teposcolula. 

Según investigadores del INAH, Yucundaa fue una ciudad capital para el florecimiento de señoríos o cacicazgos. Fue fundada y ocupada durante el posclásico por diferentes tribus descendiente de los primeros mixtecos, y también fue un centro urbano de mucha importancia durante la época colonial. 

En palabras de Ronald Spores “… con la exploración y excavaciones en Yucundaa, se revolucionará el concepto de la ciudad mixteca, … y ello permitirá llegar a una mejor comprensión de la cultura y la historia de la Mixteca”. 


Asociación de Periodistas Independientes de la Mixteca A.C. "APIM".
Entrevista: Francisco López Martínez.
Fotografía: Jorge Vázquez Sánchez.
Textos:      Ricardo García Jiménez.

miércoles, 18 de junio de 2008

HUAMELULPAN: Lugar de la tradición ÑUU SANA’A

Fotografía del Centro de Huamelulpam.

San Martín Huamelulpam es un municipio que se encuentra enclavado en la región de la mixteca alta, pertenece al distrito de Tlaxiaco. La distancia de este boscoso municipio a la capital del estado es de aproximadamente de 146 kilómetros. Se encuentra ubicado a 17° 24´ latitud norte y 97° 36´ longitud Oeste, a una altura de 2,200 msnm. El origen del nombre de esta comunidad proviene de "huaumilulpan" que significa el montículo de los bledos; se compone de los vocablos huatli-bledos, tlamimilulli-montículo o altozano y pan-en. También a esta población de Huamelulpan se le nombra en mixteco como Yucunindaba, que significa "Cerro que voló". 

La una comunidad con una población aproximada de 2500 habitantes, se rige por el sistema de usos y costumbres. Su principal actividad económica es la agricultura de autoconsumo: maíz, frijol, jitomate y frutos, posee una ganadería muy básica, vacas, aves y chivos. El lugar está ubicado en una zona boscosa donde abunda el pino, ocote, con un clima templado en primavera-verano, y frío en otoño-invierno. El verde paisaje de bosques espesos invita a realizar recorridos a pie, caballo o bicicleta de montaña. Su exuberante vegetación compuesta de plantas medicinales y de ornato son utilizados por los habitantes de Huamelulpan y de la región. Aunque la comunidad es pequeña cuenta con los servicios básicos de agua potable, energía eléctrica, escuelas (primaria y secundaria), pequeñas misceláneas y un albergue turístico que tiene todos los servicios básicos. Al visitar este lugar el turista podrá estar en contacto con la naturaleza y convivir con la hospitalaria población.

En la comunidad se celebra el día 11 de noviembre de cada año, en el cual se venera a san Martín y de igual forma se celebra el 5o. Viernes de Cuaresma. 

EL MUSEO COMUNITARIO
En la cabecera municipal se encuentra uno de los museos comunitarios más importantes de la mixteca alta: Ihitalulu o "Flor Bonita". El museo se inauguró en noviembre de 1991. Comprende dos salas. La primera destinada albergar el legado prehispánico de los pueblos que poblaron esta parte de la mixteca. La segunda está destinada a exhibiciones temporales, pero que hasta el día de hoy, aloja una muestra de la medicina tradicional que aún hoy se practica en la región. En la primera sala podemos observar una maqueta del centro del poblado y los puntos arqueológicos más importantes ubicados en el territorio de San Martín Huamelulpan, además se exhiben piedras grabadas, cráneos y piezas de cerámica significativas, reproducciones de Códices (Badiano, Florentino) y monolitos grabados, que son ejemplos únicos, pues en ningún centro urbano de la Mixteca se han encontrado ejemplos tan parecidos a la escritura zapoteca de Monte Albán. La segunda sala muestras un amplio catalogo de plantas medicinales que existen en la región, se presentan fotografías y testimonios de los beneficios que trae la utilización de este tipo de plantas para el tratamiento de diversas enfermedades, también existe mamparas que presentan escenas de cómo se tratan y aplican métodos para atender partos, empacho, mal de aire y espanto.

EL RESCATE DE LA ZONA ARQUEOLÓGICA 
El sitio arqueológico de Huamelulpan fue ubicado en 1933 por Alfonso Caso pero fue en el año de 1959, cuando por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se iniciaron los trabajos de descubrimiento y exploración de los puntos arqueológicos de la zona. Durante esta primera etapa de trabajos se logró que la mayoría de los puntos de interés se descubrieran, ya que posteriormente en tres distintas etapas de trabajo ha sido poco el avance. El último de estos trabajos fue realizado en 1991. Todos los trabajos de exploración fueron dirigidos por personal del INAH. Ahora, éstos últimos son quienes se encargan de cuidar su patrimonio, a través de un comité que presta su servicio de mantenimiento al lugar y es guía de visitantes y muchas de las piezas encontradas están en exhibición en el museo comunitario de la población.

EL TEMPLO DE LAS PIEDRAS EMPOTRADAS
A unos 750 metros de la cabecera municipal existe un templo del S. XVIII, en el cual se utilizaron piedras labradas de la zona arqueológica para su construcción. En las paredes del templo se puede observar piedras empotradas con figuras de caras, flores y otras formas que pertenecieron a las pirámides que existen en la zona y que sirvieron para adornar los taludes de las escalinatas y arqueros de los templos prehispánicos. Hay que señalar que la Iglesia se ubica a un costado de lo que a simple vista es un cerro terraceado, al Este del centro del municipio, pero que en realidad es una parte de laderas de una gran pirámide que no ha sido rescatada en su totalidad, y sobre el cual fue construida la iglesia con piedras sacadas de misma pirámide. 

LA GRAN PIRÁMIDE O EL CERRO VOLADO
Sobre la misma dirección y a unos 1000 metros de la población existe una zona arqueológica de una gran extensión. A primera vista se aprecia un gran cerro cubierto por abundante vegetación pero que por debajo de ella existe en realidad es una pirámide. La estructura de este complejo está orientado al Oeste y son una serie de plataformas escalonadas rectangulares. En la parte inferior de la pirámide, primera explanada, se localiza lo que investigadores han denominado el campo de juego de pelota, el cual cuenta con una extensión de 70 por 30 metros en forma de I (i latina). Las excavaciones en la zona permitieron descubrir cerámica y otras ofrendas asociadas al juego de pelota. 

Ascendiendo por una de las laderas del cerro, que en realidad es una de las paredes de la pirámide, y por arriba de los 20 metros sobre nivel del suelo, se encuentra la primera plataforma, con una plaza central y montículos. Ahí se puede observar al centro de la explanada lo que fue un adoratorio y una tumba de un personaje de esa población. Los restos son exhibidos en una las áreas del museo comunitario. En la misma explanada fueron descubiertas más tumbas y entierros con cerámica y otras ofrendas asociadas a esta cultura. A esta plaza se le llama el ‘Templo de Ceremonias’ o ‘Plaza de Sacrificios’. Al fondo se aprecia un conjunto de escalinatas que conducen a la segunda plataforma. Ya ubicados en la segunda explanada se puede observar al fondo de la misma otro conjunto de escalinatas, pero que en uno de sus extremos se encuentra adornado con la silueta de una calavera (cráneo) que se cree estaba rodeado por cientos de estas piezas. Al centro de las escaleras existe una hueco que conduce al centro de la pirámide, hay que bajar entre tres y cinco metros para llegar a una sala donde se cree era un reciento donde los antiguos se invocaban a sus dioses. 

Saliendo de esta sala y ubicándonos nuevamente en al pie de la escalinata subimos a la parte más alta de la pirámide, desde aquí se puede observar el valle donde se asienta la población de San Martín Huamelulpan rodeado de espesa vegetación. A esta parte de la pirámide se conoce con el nombre del “Observatorio”. Las gentes del lugar indican que algunos cerros que rodean la cabecera municipal son pirámides que aún no han sido rescatadas, y que con el paso de los siglos el viento y el deslave de algunos cerros fueron cubriendo estas estructuras que buscan emerger nuevamente a la vida. 

LA IMPORTANCIA PREHISPÁNICA DE HUAMELULPAN
Los ancianos del lugar señalan que la fundación de esta ciudad prehispánica se remonta al año 400 antes de Cristo y fue un centro urbano importante hasta el año 800 después de Cristo. Durante la etapa urbana temprana, Huamelulpan y los principales centros mixtecos mantuvieron relaciones complejas y variables con Monte Albán y el valle de Oaxaca. Hacia el año 200 después de Cristo algunos centros de la Mixteca sufrieron un abandono parcial o total y entre 400 y 800 después de Cristo hubo otro periodo de florecimiento de centros urbanos en el que Huamelulpan y otros sitios perdieron sus relaciones estrechas con Monte Albán y las establecieron con centros de la Mixteca Baja, que a su vez estaban relacionados con grupos de Puebla y tal vez la cuenca de México. Ésa es la etapa en que se desarrolló la cultura Ñuiñe de la Mixteca Baja. En el Posclásico la ciudad ya estaba abandonada y sólo se utilizaba algunas estructuras para entierros suntuarios.

COMO LLEGAR
San Martín Huamelulpan se ubica al Oeste de la Ciudad de Oaxaca, a 146 kilómetros por la Supercarretera 131-D hasta entroncar en Nochixtlán con la Carretera Federal 190. Continuar por ésta rumbo a Huajaupan de León y desviarse a la izquierda por la Carretera Federal 125 con rumbo a Tlaxiaco. Se cruza la ciudad de Teposcolula y kilómetros más adelante se desvía a la izquierda en el entronque hacia San Martín Huamelulpan. Tiempo aproximado desde la ciudad de Oaxaca a esta población es de 2 horas, 10 minutos y desde Huajuapan de León es una hora 45 minutos. 

Entrevista: Francisco López Martínez.
Fotografía: Jorge Vázquez Sánchez.
Textos:       Ricardo García Jiménez.


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jueves, 12 de junio de 2008

La Batalla


En la tradición de los pueblos indios de la mixteca alta, muy recientemente se ha rescatado el "juego de la pelota en llamas", evento que se había dejado de practicar por diversas situaciones, el juego es conocido popularmente con el nombre de “La Batalla”. Este se lleva a cabo en el municipio de Villa de Tamazulapan del Progreso. Sus orígenes se remontan a la época prehispánica, su práctica lo sitúan entre los pueblos mixtecos y zapotecos, asentados en los Valles Centrales del Estado de Oaxaca, Yanhuitlán, Nochixtlán, Teposcolula y Tamazulapan del Progreso. 

En sus inicios el juego tenía características mítico-deportivas. Subrayamos que el juego de pelota prehispánico tenía un carácter religioso y los participantes, al golpear la pelota, trataban de reproducir el viaje de los astros por el cielo, de esta forma intervenían de una manera mágica en el orden natural establecido. Los cronistas de Tamazulapan coinciden en señalar que este encuentro era una representación del cielo donde habitaban sus Dioses y libraban arduas y feroces batallas; simbólicamente era el recorrido del fuego (la pelota ardiendo) que representaba al dios del Sol transitando el vasto firmamento, con el fin de librar una lucha por vencer a los dioses de la oscuridad, la pelota en llamas personifica a las fuerzas del día que combaten a los señores de la obscuridad (la noche) para hacer prevalecer la armonía y el equilibrio de la madre naturaleza. 

Por otra parte, el fuego de la hoguera sagrada con que se encendía la pelota, simboliza a QUETZALCÓATL, como un recuerdo y veneración a él, donde la llama y su titilar incesante representaban el camino hacia el universo infinito. Según algunos historiadores del municipio de Tamazulapan del Progreso, los jugadores de pelota tenían un profundo respeto y adoración a los Dioses del cielo a quienes honraban simulando por medio del juego, combates realizados contra el enemigo, que es representado por el equipo rival, por eso, y antes de iniciar el encuentro, se empezaba con una procesión portando y mostrando a los concurrentes al juego al Dios que representa al sol, en este caso la pelota. Al terminar el recorrido de la procesión, los participantes del juego esperaban hasta el anochecer en paz y en trance comulgado con los dioses del cielo para integrar a las fuerzas divinas a los cuerpos de los jugadores. La pelota era depositada sobre un plato limpio sobre un altar, la cual era purificada con incienso y el azote de yerbas impregnadas de aceites y esencias. Así mismo, otros instrumentos utilizados en el juego como palos o varas eran también purificados en el altar. 

Algunos testimonios orales recabados señalan que en esos días la pelota del juego era de piedra maciza, y era cubierta por grasa de animales y aceites vegetales, para que en acto posterior se encendiera con el fuego de la hoguera sagrada. Pero minutos antes de iniciar el juego, los contrincantes que formaban dos equipos de cinco jugadores cada uno, se inclinaban de cuclillas frente al altar, y tomando los palos o varas invocaban a los dioses de todos los elementos como el agua, el sol, la luna, las montañas y el viento, al sonar del caracol. 

Acto seguido se iniciaba un ritual el cual comenzaba encendiendo un brasero con el fuego de la hoguera divina, se vertía la llama incienso y copal con que se encendería la pelota, como también el purificar el alma de los jugadores quienes ofrecían un sacrificio a sus dioses. Al término de este ritual los jugadores de ambos equipos bebían de una jícara pulque, para que durante el juego los contrincantes pudieran tener una mejor concepción de los mensajes que les enviaban sus Dioses.

El juego impacto tanto a los conquistadores españoles que Hernán Cortés lo hizo llevar a España presentándolo a la corte de Carlos V en 1528. Durante la época de colonia y la independencia se tiene datos muy escuetos que dan cuenta de este místico-deporte. La información obtenida indica que el juego era prohibido por largos periodos de tiempo por los comenderos o gobernadores de la región mixteca. En otros tiempos éste deporte volvía aparecer y era practicado en público, en otros momentos era jugado a escondida de los ojos de los mestizos y peninsulares. 
En el periodo de la Revolución Mexicana, el juego de la pelota reapareció y fue retomado simbólicamente como una Batalla en la que los alzados en armas se iban a “la bola”. Señala la gente más antigua de Tamazulapan del Progreso que la “Pelota en Llamas” simulaba las granadas y bolas de cañón de los revolucionarios, su práctica duro de los años 1912 a 1917, y su resurgimiento se dio por la década de los años de 1940. Una anécdota chusca de este juego, comentan los cronistas del municipio, fue cuando la Batalla fue prohibida por las Autoridades Municipales de Tamazulapan, según porque en los años de 1940 el juego provocaba una gran cantidad de incendios en viviendas, ya que en aquella época estas eran construidas de cerco de varas, techos de palma, y trojes de madera donde se almacenaba el zacate destinado a forraje.

En los relatos de las abuelas decían que al ver el espectáculo de la pelota de fuego en la lejanía de la noche, esas bolas de fuego eran las brujas que iluminaban el camino en sus recorridos nocturnos cuando encaminaban a robar alguna alma. Las leyendas de los más antiguos de este municipio también comparaban alas bolas de lumbre que eran la brujas que venían a las comunidades a robarse a los niños recién nacidos o a las mujeres recién aliviadas a quienes se suponían chupaban la sangre.

En la actualidad el juego perdura con ciertas variaciones pero ha conservado muchos de sus rasgos autóctonos.
Las particularidades del juego como se practica hoy son las siguientes: 
• El juego se realiza ya avanzada la noche, para que se observe el ir y venir de la bola de fuego. 
• Se juega en un espacio de 100 metros de largo por 10 metros de ancho, que puede ser cualquier calle de Tamazullapan. El terreno tiene que ser lo más plano posible para que la pelota pueda rodar. 
• Se divide en dos rectángulos de 50 metros por 10, en donde se ubican 5 jugadores de un lado y 5 en el otro. 
• Su vestimenta es un pantalón y una camisa blanca, con huaraches y en las manos se sostiene un bastón hecho de madera de encino, pirú, tejocote o cerezo, con uno de sus extremos curvo, parecido al bastón del “jockey”. 
• En el centro de la cancha se ubica un apelota hecha de madera seca de pipi (colorín cimarrón), cubierta de grasa animal, petróleo o diesel, la cual se le prende fuego, cerca de ella los capitanes de los equipos, además de 2 jugadores que empujan o golpean la pelota hacia el final de la cancha y 2 jugadores que vigilando su territorio defendiendo el ataque del adversario.
• El juego consiste en llevar la pelota hasta el extremo opuesto de la cancha, en el campo enemigo, siendo ganador el equipo que más veces lleve la pelota en llamas al territorio enemigo. 
• El encuentro tiene una duración 40 minutos divididos en dos tiempos de 20 minutos cada uno. 
• A la vos de ¡Arriba! Se inicia el juego que simula una batalla donde los jugadores luchando cuerpo a cuerpo y con golpes de sus bastones a la pelota encendida van conduciendo a esta al terreno enemigo. 
El Juego de la Pelota en Llamas o La Batalla, son de esas tradiciones prehispánicas que se vienen perdiendo y olvidando por las nuevas generaciones, que imbuidos en una sociedad de consumo, el espectáculo, el vicio y el sexo, abandonan tan importantes eventos que le dan identidad e historia al pueblo de la mixteca. Y solo muy recientemente, organizaciones, personas a título personal y alguna que otra autoridad gubernamental, se han evocado al rescate y hacer perdurar este espectacular juego. 
Recordemos que en nuestra gran nación que es México, el juego de pelota prehispánica es una tradición, y este místico-deporte se ha practicado en diferentes modalidades como la Pelota Mixteca, La Batalla, La Pelota Tarasca, Pelota P'urhépecha, Rebote a Mano con Pelota Dura, entre otras, son Deportes Autóctonos y Tradicionales que no pueden desaparecer ya que forma parte de nuestra identidad como nación.

Textos e investigación: Ricardo García Jiménez.
Entrevista: Pedro Guerrero Quiroz.
Fotografía: Jorge Vázquez Sánchez.

martes, 18 de septiembre de 2007

Miembros

MIEMBROS:

A) Miembros Fundadores.

Ricardo García Jiménez.
Jorge Vázquez Sánchez.
Martín Carlos Ramales Osorio.

B) Miembros Activos.

Joel Faustino Gálvez Vivar
Karol Joseph Gálvez López
Pedro Guerrero Quiroz
Perseo Rosales Reyes
Sheila Arriana Valle Tuz

C) Miembros Honorarios

Héctor Noe Moctezuma Gonzáles
Salvador Santos Villagómez
Omar Esparza Zarate

viernes, 14 de septiembre de 2007

Objetivos y Fines de la APIM

La Asociación de Periodistas Independientes de la Mixteca (APIM) tiene entre sus objetivos la investigación objetiva de las diferentes temáticas sociales, culturales, políticas, económicas y artísticas con el fin de incrementar el acervo de conocimientos existentes en nuestro país.


Sus fines son:

A) Velar por la independencia y objetividad de los contenidos informativos.
B) Defender la libertad de opinión y el libre ejercicio de expresión a través de cualquier medio de comunicación existente, apegando a los principios de los artículos 6 y 7 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y demás leyes y códigos reglamentarios al respecto.
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D) Facilitar el diálogo y acceso a las fuentes informativas.
E) Realizar y promover investigación objetiva de las diferentes problemáticas sociales, culturales, políticas y económicas con el fin de incrementar el acervo de conocimientos existentes en el país.
F) Representar a sus asociados en cuestiones y temas de índole profesional.
G) Organizar seminarios, conferencias y talleres de formación, actos públicos y otras actividades con el fin de promover la capacitación profesional de sus asociados.
H) Favorecer el encuentro con profesionales, asociaciones u otros organismos de todos los ámbitos, tanto nacionales como internacionales.
I) Actuar como interlocutor válido ante organismos y personas.
J) Dar a conocer las características y especificaciones de la información desarrollada.