viernes, 4 de julio de 2008

Yucudaa. Cerro de la flor

Fotografía: Zona arqueológica "Pueblo Viejo".

San Pedro y San Pablo Teposcolula.- El nombre original de esta población ubicada en la mixteca oaxaqueña alta es Teposcololan, que significa "Junto a la Torcedura del Cobre" su acepción proviene de las voces Tepoztli - cobre, colotl- torcedura y a la variante Tla - junto o entre. 

Teposcolula se localiza en la parte noroeste del estado, en las coordenadas 97° 29´ longitud oeste, 17° 31´ latitud norte y a una altura de 2,180 metros sobre el nivel del mar. La población se encuentra asentada en un valle en la parte noreste del estado de Oaxaca. Su distancia a la capital del estado es de aproximadamente 142 kilómetros. 
Al sureste y norte de la población se encuentra una extensa cordillera de cerros que delinean un verde valle que ubican a la población en un lugar privilegiado, los cerros que destacan son el Cerro Peñasco, Cerro Verde, Cerro de Tandáa. 

En la geografía del lugar se halla un sistema de ríos y arroyos que posibilitan la existencia de flora y fauna muy diversa. Sobre sale el río Teposcolula que rodea a la población de noroeste a sureste, su caudal proviene de la región de San Juan Teposcolula, y se conecta con las aguas de los ríos negro y grande que bajan del lado de San Vicente Nuñu.

Su abundante vegetación, su frio y húmedo clima (casi seis meses al año), la existencia de arroyos y la cordillera de altas montañas hacen de esta población mixteca un lugar belleza inigualable. Debido al valor histórico, económico y político que posee esta población, Teposcolula cuenta con diversos sitios que son testigos de su grandeza, pero muy recientemente uno de estos lugares comenzó a destacar por su importancia histórica, ya que contiene los restos de uno de los más importantes cacicazgos mixtecos del periodo Posclásico, y nos referimos a Yucundaa. 

CERRO DE LA FLOR
El sitio arqueológico, Yucundaa o Cerro de la flor, posee los restos de uno de los más importantes cacicazgos de la cultura mixteca, comprendida dentro del periodo Posclásico. El complejo de construcciones se localiza 2 km al sureste de San Pedro y San Pablo Teposcolula, sobre una montaña que se eleva 220 m sobre el fértil y verde valle de la población. Cuentan los más antiguos de estas tierras que: “un grupo de los ‘primeros mixtecos’ salieron de Santiago Apoala y se ubicaron en Achiutla y Tilantongo, En determinado momento los emigrantes se dividieron en dos grupos, uno de los cuales se dirigió al frente de batalla en Monte Albán, y la otra mitad camino sin rumbo fijo hasta llegar al cerro denominado La Cueva de Cazahuate, desconociéndose la fecha”. Los ancianos del lugar nos comentan que “este grupo de mixtecos se trasladaron al cerro de los Tres Arbolitos en el año 800 d.c. donde se le llamó Yucundaco, de ahí se trasladaron al Cerro del Fortín en el año 900 dándole el nombre de Totandaco, en el año 950 se trasladaron al cerro del Pueblo Viejo llamándole Yucundaa. Aquellos mixtecos residieron en ese lugar cerca de 570 años.” La historia señala que hacia 1520 y con la llegada de los españoles se fundó el pueblo San Pedro y San Pablo Teposcolula en un valle de fértiles tierras, lugar donde actual se ubica esta población. 

Hay que destacar que el auge de la cultura mixteca, en general, tuvo lugar entre los años 950 y 1520 d.c. y su declinación abarca el periodo conocido como Colonial Temprano hacia el periodo 1522 a 1600. Hay que señalar que durante ese periodo de tiempo, posclásico, los ñu dzahui tuvieron los más grandes logros de su civilización.

Según Ronald Spores (etnohistoriador, arqueólogo y director del proyecto arqueológico Yucundaa o Pueblo Viejo), los elementos más importantes que destacan de la cultura mixteca son: la organización política; el sistema de estratificación en tres grandes clases sociales: reyes (yya tnuhu o yya toniñe), nobles (tay toho) y gente común (tay ñuu o tay yucu, incluidos los terrazgueros o tay situndayu); la escritura plasmada en manuscritos, objetos, monumentos, así como elementos arquitectónicos grabados o pintados; la ciencia astronómica y los calendarios; una religión avanzada que pone de relieve creencias, ofrendas y sacrificios, así como otros rituales enfocados a la fertilidad y las fuerzas de la naturaleza, la veneración de los ancestros y la permanencia del universo; un arte delicado plasmado en pintura, alhajas, piedra, madera, cerámica y concha en miniatura; una notable tecnología agrícola, que incluye la ampliación y uso del gran sistema de terrazas coo-yuu; un patrón económico de mercados regionales y, por último, el comercio a larga distancia. Es así que como resultado de la importancia histórica de esta cultura, se comenzó la exploración arqueológica del sitio de “Pueblo Viejo” a partir del año 2004, pero por diversos motivos los trabajos tuvieron constantes interrupciones en las etapas de excavación, recuperación, clasificación, traslado, preservado de las piezas y construcciones halladas en el lugar. 

PUNTOS DE INTERÉS DE YUCUNDAA
Debemos aclarar que los patrones de asentamiento urbano en toda la región mixteca alta, concerniente al periodo posclásico, presentaban grandes similitudes en sus componentes arquitectónicos y distribución de sus edificios, entre los que destacan: a) un centro capital o cabecera donde residía el cacique que representaba la centralización del poder político, económico y social; b) uno o varios pueblos o aldeas alrededor de la cabecera, a estas zonas se le conocía con los nombres de “Estancias”, “Sujetos” y eran los lugares donde se asentaban la clase noble, gente común y terrazgueros; c) uno o más lugares de actividad ceremonial donde practicaban sus ritos y adoraciones a sus dioses, ubicados cerca muy cerca del centro o cabecera, y; d) terrenos agrícolas y de recolección. Esta distribución de los complejos habitacionales se organizaba en forma de círculos concéntricos. Es así que bajo el esquema de distribución de los edificios y centros urbanos mixtecos descrito líneas arriba, los investigadores del INAH indican que Yucundaa tuvo su auge hacia fines del periodo posclásico (950-1522 d.c.), ocupó un área extendida máxima de 270 hectáreas con un núcleo central de 170 ha. 

El área central o cabecera se encuentra en la parte superior del cerro. En este lugar y metros más abajo se encuentra la Gran Plaza, que junto al recinto cívico-ceremonial localizado en la cumbre de Yucundaa, albergaban un complejo residencial, probablemente de la clase gobernante, yya tnuhu. 

En un lomerío cercano a la Gran Plaza, se encuentran restos de lo que investigadores y trabajadores del INAH han identificado como la “antigua iglesia”. Comentan que a la llegada de los españoles, se construyo la primera iglesia sobre la plataforma de lo que se supone era el centro de adoración de Yucundaa. Es común encontrar en varios complejos urbanos de la cultura prehispánica mixteca, la edificación de iglesias cristianas sobre lo que fueran centros ceremoniales, este sobreseimiento representaba una forma simbólica de erradicar a sus antiguos dioses parte de imponer la religión cristiana. En esta parte del complejo urbano, escasamente se puede observar los restos del piso de la Iglesia Vieja y el convento dominico, complejo construido hacia 1530 y 1550. 

Más abajo, y en las laderas del cerro existen terrazas que albergan unidades habitacionales y pequeños campos de cultivo junto a las que fueran viviendas. Según personal del INAH, es un área residencial de alto estatus, probablemente de los nobles, tay toho, en una plataforma elevada que se extiende unos 200 m norte-sur y mide 20 metros este-oeste. Ahí mismo se ubican terrazas residenciales de la clase común, tay ñuu, tay yuca o tay situndayu, en las laderas orientales del sitio. También existe un complejo residencial de la elite, asociado a un área cívico-ceremonial al oeste. 

Otra de las construcciones importantes es el denominado campo del Juego de Pelota. Este se ubica en la parte inferior del cerro, primera explanada, el cual cuenta con una extensión de 40 por 20 metros en forma de I (i latina). Las excavaciones en la zona permitieron hallar cerámica y algunos figurillas. Actualmente solo ha sido rescatada una parte de este complejo deportivo-religioso. 

Otro hallazgo de importancia es el llamado ofrenda 1-15 funerario, dedicado a una mujer de alto rango sepultada en los límites de la Gran Plaza, pero que en la época colonial se había convertido en el atrio de la Iglesia Vieja. Hay que destacar que a la mujer se le dio un tratamiento funerario prehispánico, aunque fue sepultada en tiempos de la colonia. En algunas terrazas del lugar se han localizado entierros humanos colectivos y simultáneos, lo que sugiere que en una época de esta ciudad, existió una epidemia o el ataque de otros pueblos a Yucundaa. 

En las diferentes etapas de las excavaciones se han hallado cuencas, caritas, miniaturas, broches, huesos y vasijas policromadas que pertenecen a la tradición de la cerámica policromada de la mixteca, con un estilo muy local. 

Hay que destacar que diferentes estilos de mosaicos característicos de la mixteca, adornar los muros de los edificios que tuvieron diseños geométricos y de tejido de petate y que hacen de las edificaciones bellas piezas de la arquitectura mixteca. 

SU IMPORTANCIA 
En términos muy generales la base económica de esta población fue el tributo y el comercio. Los principales cultivos que los ayudaron a sobrevivir fueron el maíz y otros cultivos temporales de tierras altas. 

Yucundaa subsistió a diversas adversidades hasta ya entrada la época colonial, cuyas evidencias demuestran que formó parte de una elite de pueblos que ejercían un poder político, económico y religioso sobre las poblaciones existentes en la región, formando verdaderos feudos o cacicazgos en aquella parte de la mixteca alta. 

Con el trascurrir del tiempo Yucundaa resistió a la evangelización de la orden dominica hasta cerca de etapa media de la colonia, ya que posteriormente fue diezmada, conquistada y convertida al catolicismo. Para que finalmente se refundara nuevamente la población en lo que hoy es la ciudad de San Pedro y San Pablo Teposcolula. 

Según investigadores del INAH, Yucundaa fue una ciudad capital para el florecimiento de señoríos o cacicazgos. Fue fundada y ocupada durante el posclásico por diferentes tribus descendiente de los primeros mixtecos, y también fue un centro urbano de mucha importancia durante la época colonial. 

En palabras de Ronald Spores “… con la exploración y excavaciones en Yucundaa, se revolucionará el concepto de la ciudad mixteca, … y ello permitirá llegar a una mejor comprensión de la cultura y la historia de la Mixteca”. 


Asociación de Periodistas Independientes de la Mixteca A.C. "APIM".
Entrevista: Francisco López Martínez.
Fotografía: Jorge Vázquez Sánchez.
Textos:      Ricardo García Jiménez.

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